Hablar de arte en femenino ha sido durante siglos una empresa infructuosa, pues los libros de historia no han dado (ni dan hoy en día) cabida a las mujeres artistas que, en contra de lo que cree la mayoría, sí han existido. Y esto es fácil de probar: basta con preguntar a cuántas mujeres artistas conoce cualquier persona. Con suerte podremos esperar que nombren a Frida Kahlo, tan de moda últimamente, pero poco más. Y es una lástima porque la historia del arte está plagada de mujeres poderosas que han creado obras magníficas, a la par que sus homólogos varones. En este artículo pretendemos dar voz a unas cuantas de ellas.
Ya en 1971, la historiadora del arte Linda Nochlin habló con claridad de este tema en su texto «¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas?», en el que rebate la misma pregunta que se plantea en el título. El caso es que sí las ha habido pero no se les ha dado cabida en un mundo dominado por los hombres: diferentes factores sociales e institucionales fueron los impedimentos para que estas mujeres pudieran desarrollar plenamente su talento. Sin embargo, desde la perspectiva de género, es posible crear una pequeña lista de mujeres artistas que han influido en la historia del arte en general, a pesar de todo.
– Artemisia Gentileschi (1593-1654), pintora barroca italiana que logró convertirse en una importante pintora de corte en su tiempo.
– Berthe Morisot (1841-1895), pintora francesa, fue una de las figuras claves del movimiento impresionista.
– Camille Claudel (1864-1943), escultora francesa, colaboró con Auguste Rodin en algunas de sus obras magnas.
– Hilma Af Klint (1862-1944), pintora sueca pionera en el arte abstracto.
Pero no todas son artistas del pasado. En la actualidad desarrollan su obra numerosas pintoras, escultoras y aristas de diversas disciplinas en un entorno no tan hostil como en siglos anteriores. Lita Cabellut, María Magdalena Campos Pons, Consuegra Romero, Clara Sancho Arrroyo u Olga Guarch, entre otras, crean y exponen, aunque sin duda con mucho esfuerzo y dedicación.
Pero la lista podría ser mucho más extensa si los investigadores llevaran a cabo su trabajo teniendo en cuenta la mirada femenina en el arte. Y esto, a juzgar por las estadísticas, no es fácil. En la propuesta artística más relevante de nuestro país, ARCO, tan solo el 25 por ciento de los artistas eran mujeres, y en el Museo del Prado la proporción en cuanto a mujeres/hombres artistas es de 30 a 8000… casi nada. Además, en el campo de la educación, los datos son incluso menos halagüeños: tan solo encontramos un 7,5 por ciento de referencias a féminas artistas en los libros de texto, menos aún en libros especializados.
Con todo, todavía hay esperanza y muchas muestras de arte han tomado la iniciativa. Por ejemplo, Hybrid dedicó el 50 por ciento de su espacio para obras de mujeres y el Guggenheim o el CAAM cuentan con una presencia cada vez mayor de mujeres en sus galerías.