¿Sabías que el pintor más famoso del Renacimiento en España no era español? Así es. Doménikos Theotokópoulos, más conocido como El Greco, es un artista de origen griego, tal y como insinúan su nombre y su apodo.
Un artista con una obra fácilmente reconocible por lo característica y especial que es, con figuras alargadas, colores expresivos y una interesante mezcla de influencias.
En este artículo, te quiero hablar de la vida y obras de El Greco.
Sus inicios e influencias
El Greco nació en el año 1541 en Candía, actualmente Creta.
No se sabe mucho de su infancia, pero sí que se sabe que comenzó su carrera como pintor de iconos del estilo post-bizantino. Sin duda, la influencia del arte bizantino en El Greco se puede apreciar en el gran simbolismo que esconden todas sus obras.
A los 26 años, se traslada a Venecia. Se cree que allí se convirtió en discípulo del maestro Tiziano. Y, desde luego, si no fue así, este artista tuvo una gran importancia en su vida y en sus obras.
En esta época, aprendió a utilizar los colores al estilo veneciano, tan característico de Tiziano.
Más adelante, con 29 años se muda a Roma. Los pintores manieristas fueron los que más ejercieron su influencia en él durante esta época. Los elementos manieristas como las figuras alargadas, los escorzos imposibles, y su conocimiento de la musculatura y la anatomía fueron resultado de esta época en Roma.
En el año 1577, El Greco se muda a la ciudad de Toledo, donde viviría hasta el final de su vida, en 1614. La religión católica, que era muy importante en aquella época en Toledo, le marcó profundamente.
Es aquí donde comienzan sus frecuentes referencias a la religión y a la división entre el mundo celestial y el terrenal; algo que marcaría su obra.
Un estilo único
El Greco se hizo famoso por ser un artista con un estilo único y fácilmente reconocible. Y así es, desde el “Caballero de la mano en el pecho”, hasta obras como “El Expolio” o “Entierro del Duque de Orgaz”.
En una época en que las escuelas artísticas eran muy marcadas, El Greco se diferenció de todos los pintores de su tiempo.
Por eso, y por la cantidad de referencias que tenía, muchos historiadores no saben si es correcto asociarlo con una única escuela.
Además, él mismo llega a ejercer una gran influencia en autores posteriores muy reconocidos.
Un ejemplo de ello es Paul Cezanne, que se inspiró en sus fondos difusos, de cuadros como “Vista de Toledo”.
También, Pablo Picasso, que estudió en profundidad su obra, sobre todo durante su periodo azul. De hecho, muchos historiadores han comparado la obra “Visión del Apocalipsis” de El Greco con “Las señoritas de Avignon”, de Picasso.
Sin duda, aunque el Greco no fue un artista muy valorado en su época, se ha revalorizado con el paso de los siglos. Hoy en día, es reconocido como el mayor pintor del Renacimiento español, incluso siendo un pintor extranjero.
Sin duda, sus figuras alargadas, su manierismo y su uso del color han dejado una huella imborrable en la historia del arte.