Hasta el Siglo XIX, las reglas para una pintura en Francia estaban definidas de manera muy rígida. Pero, en ese siglo, y como reacción a esas normas tan estrictas, nació un movimiento artístico muy diferente: el Impresionismo.
Este movimiento, cuyos mayores representantes son, entre otros, Edgar Degas y Claude Monet, buscaba representar las escenas con las luces reales del momento. Muchos pintores impresionistas buscaban plasmar la primera impresión que les había causado una escena.
¿Qué caracteriza al Impresionismo?
Para conseguir ese objetivo que buscaban, los impresionistas comenzaron a realizar técnicas diferentes a las que se venían usando en la pintura francesa hasta el momento. Así, las líneas en la pintura, las pinceladas y otros aspectos cambiaron de manera bastante evidente.
Las líneas
Las líneas que separan un objeto de otro en la pintura impresionista son prácticamente invisibles en muchos casos. Son líneas casi siempre borrosas, que muchas veces no definen la separación de un objeto del otro.
Con estas líneas difusas, los pintores lograban aportar a la escena una atmósfera de somnolencia, en el que la pintura parecía estar nublada.
Las pinceladas
En la pintura tradicional se exigía que las pinceladas fueran invisibles en la pintura. De este modo, se lograba una imagen con más realismo.
Sin embargo, el impresionismo vino a romper con este tipo de pincelada y los pintores comenzaron a hacer pinceladas bastante visibles. Esta técnica, de pinceladas flojas, grandes, rápidas… le aportaba a las escenas una textura muy evidente y llamativa.
Los colores
Los colores empleados por los pintores impresionistas se utilizaban para reflejar los diferentes tonos que aparecen en el tema. Los diferentes tonos están separados, y es el ojo del espectador y su percepción quien se encarga de mezclarlos.
La luz
Sin duda alguna, la luz y la iluminación de una escena son los puntos más importantes de la pintura impresionista. Los pintores mostraban las escenas con la luz real que contenían en cada momento.
De hecho, impresionistas como Claude Monet, utilizaron las pequeñas diferencias lumínicas de una escena para realizar diferentes series, captando en cada pintura un momento de iluminación diferente.
¿Qué temas pintaban los impresionistas?
La pintura tradicional tendía a realizar obras muy pensadas, en las que el tema principal muchas veces era de índole religiosa o histórica. Sin embargo, el Impresionismo llevó la cotidianeidad a las pinturas.
En lugar de pintar sobre esos temas más estáticos, los impresionistas pintaron escenas de picnics, mujeres paseando o incluso obreros trabajando. Estos temas no habían sido captados por los pintores con anterioridad, ya que se consideraban algo mundano.
Pintores impresionistas: Degas y Monet
Dos de los mayores exponentes del Impresionismo son Edgar Degas y Claude Monet. Hablemos un poco sobre ellos.
Edgar Degas
Degas fue considerado uno de los fundadores de este movimiento artístico. Sin embargo, de manera personal, nunca le gustó llamarlo “Impresionismo”. Le gustaba mucho más el nombre “realismo”.
Pintó muchos desnudos, carreras de caballos y bailarinas; y tuvo un éxito especial con sus retratos.
Claude Monet
Monet fue otro de los grandes exponentes del Impresionismo. Hasta la década de 1860 se decantaba por la pintura realista, que estaba mejor vista. Sin embargo, cuando comenzó a pintar en este estilo, su vida y su economía empeoraron drásticamente.
Esto, en lugar de hacerlo amilanarse, afianzó aún más su gusto por este estilo. Son muy famosas sus series, en las que elegía un elemento y lo pintaba en diferentes versiones con la luz que ofrecía en cada momento.