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Las meninas, una de las obras más estudiadas de la historia del arte y, a la vez, una de las que más preguntas siguen suscitando. También, la inspiración para una de las series de Picasso y para los cuadros de otros artistas, como Dalí.
En este artículo, quiero hablarte de esta obra de Diego Velázquez, la más conocida y enigmática del autor. ¿Qué quería transmitir Velázquez con Las meninas?

La fecha sigue siendo una incógnita

La fecha siempre ha sido una de las mayores incógnitas que despierta esta obra. Por un lado, el tratadista del siglo XVII Antonio Palomino dijo que había sido pintado en el año 1656.
Sin embargo, hay algo que no cuadra: el pecho de Velázquez contiene la cruz de la Orden de Santiago, y ese título no se le otorgó hasta 1658.
La explicación de Palomino fue que el propio rey pintó la cruz, una vez que Velázquez fue nombrado caballero. Pero, ¿realmente el rey pintó esa insignia, mientras el artista aún seguía vivo?

La familia de Felipe IV

Al principio, la obra se titulaba “La familia de Felipe IV”. Sin embargo, aunque el rey aparece en el cuadro, lo hace en un papel secundario.
La imagen protagonista es la de la infanta Margarita, en el centro del cuadro. Rodeada por dos meninas que la atienden: María Agustina Sarmiento e Isabel de Velasco.
A continuación, se encuentra Maribárbola, una enana; y Nicolasito Pertusato, un bufón que está pisando al perro mastín también representado.
Detrás de este grupo están Marcela de Ulloa, guarda menor de damas, y otro guardadamas sin identificar. Por fuera de la estancia, entrando o saliendo de ella, está el jefe de tapicería de la reina, José Nieto. Velázquez también aparece en su propio cuadro, pintando la escena.
¿Y dónde están los reyes? Felipe IV y Mariana de Austria están reflejados en un espejo en la pared de la habitación.

Un cuadro lleno de interpretaciones y curiosidades

Los historiadores llevan siglos intentando descifrar el significado de este cuadro para interpretarlo correctamente. Después de todo, la mayoría de los componentes del retrato se encuentran mirando hacia el espectador, y esto crea mucha intriga. ¿Qué es eso tan importante que están mirando?
Hay quienes creen que los reyes estaban posando para Velázquez, quien los está pintando. Pero que, al estar en el lugar del espectador, solo aparecen reflejados en el espejo. Por otro lado, se cree que Velázquez pintaba a las meninas y los reyes entraron a la estancia en ese momento.
Las teorías son muchas, pero sea cual sea la interpretación, resulta evidente que Velázquez hizo que el espectador fuese parte importante del cuadro: convirtiéndolo en la cuarta dimensión y sumergiéndolo en la pintura.
No es de extrañar que una de las reacciones más ilustres a la pintura fuera la del escritor Theóphile Gautier, que preguntó “¿Dónde está el cuadro?” debido al realismo de la obra.

Una curiosidad final

Para terminar, me gustaría destacar una curiosidad de este cuadro. Velázquez era un gran conocedor de las constelaciones. Y, si se unen los corazones de los personajes, se forma la constelación de Corona Borealis. La estrella central de esa constelación es la Margarita Coronae, y se encuentra en el lugar ocupado por la infanta Margarita.
De ese hecho surgió la teoría de que Velázquez quiso expresar que la continuidad dinástica vendría por esta infanta que, en el momento de pintar el cuadro, era la futura reina.